Me temo que aunque leas esta página no llegarás a saberlo del todo, pero tranquilo eso se irá arreglando con el tiempo. Por ahora vamos a intentar hacer un primer acercamiento:
Mi nombre es Alejandra Piñeiro: una chica que no cree en la suerte, pero que por una vez la tuvo, naciendo en Vigo un fantástico día de verano.
Desde pequeña he sido, inconscientemente, una apasionada del deporte. Jugaba al fútbol, al baloncesto, al tenis, al pádel, iba a patinaje, natación, … mis padres no daban abasto. No obstante, todo ese batiburrillo de deportes se fue simplificando con el paso de los años: viendo que no sobrepasaba el metro 60, mi sueño de ser pivot en la NBA se esfumó y me decanté por el fútbol. Jugué al fútbol desde los 5 hasta los 18 años, momento en el que me mudé a Madrid para estudiar la carrera de Nutrición Humana y Dietética. Con la mudanza, deje atrás los campos de fútbol y el teatro (la otra actividad que ocupaba mi tiempo libre en Galicia).
Hagamos aquí un pausa aclaratoria: como ves, siempre he llevado una vida bastante activa. Mi historia no es la de alguien completamente sedentario que, de repente, resetea su vida y empieza a correr maratones. Que va. Mi historia es la de alguien que, a pesar de todo el deporte que hacía, sentía que su aspecto físico no lo llegaría a reflejar nunca. Resignada, pensaba que los cuerpos «de revista» solo estaban al alcance de unos pocos privilegiados genéticamente. Y a mi no me había tocado.
Continuemos:
Después de pasar todo mi primer año en Madrid sin mover el culo de la silla (casi literalmente) y comiendo bastante mal, decidí apuntarme al gimnasio. Mi primer intento, como el de muchos, fue un FRACASO ABSOLUTO: una matrícula y una suscripción de tres meses pagada, de los cuales, con suerte, fui 6 días.
No sería hasta el año siguiente cuando algo hizo click y todo empezó a encajar mejor. De repente tenía tiempo para ir al gimnasio, para comer más sano, para estudiar, para trabajar, para salir con amigos, para viajar, … Los días seguían teniendo 24h, pero mi predisposición era otra.
A partir de entonces, la nutrición pasó de ser algo que estudiaba casi de rebote, a convertirse en una auténtica pasión.
Junto con este cambio de mentalidad mi aspecto físico también comenzó a cambiar. Comprendí entonces que mejorar mi cuerpo era posible. Incluso era más fácil de lo que yo pensaba. No tenía que pasarme la vida comiendo lechuga, no tenía que dejar de lado mis relaciones sociales, no tenía que sustituir la cena por un batido de 30€, no tenía que fustigarme cada vez que me llevara a la boca una magdalena, … Solo tenía que aprender a comer.
A día de hoy, estoy muy orgullosa de poder decir que soy Dietista-Nutricionista, de las de verdad (no de las que intentan sacarte el dinero con suplementos milagrosos y promesas infundadas). Para que puedas saber más sobre mí, aquí te dejo lo que considero mis principios personales:
- Disfrutar de cada cosa que haga. Lo sé, suena utópico, pero SOLO TENEMOS UNA VIDA, como para desperdiciarla haciendo cosas que no nos gustan. No creo en las vacaciones ni los fines de semana, creo en construir una vida de la que no necesites escapar.
- Dar más de lo que se espera de mí. En cualquier ámbito, siempre trato de dar lo mejor de mí. Go hard or go home.
- Nunca dejar de aprender. Siempre me ha gustado aprender cosas nuevas. Soy de esas personas que afirman, en voz bajita para que nadie nos tome por bichos raros, que me gustaba ir a clase, estudiar e, incluso, hacer trabajos y exámenes. (de hecho, este es uno de los objetivos principales de esta web)
- Ayudar sin esperar nada a cambio y dar siempre más de lo que recibo.
- Queep it fuking simple. El minimalismo, aplicado a todos los ámbitos de la vida, me da mucha tranquilidad. Focalizar en lo importante es clave.
- Ser positiva. De todo se puede sacar algo bueno, SIEMPRE. El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.
Estas máximas conforman lo que soy y me guían para tomar decisiones.
Espero que después de esta presentación me conozcas un poco mejor y, sobre todo, te animes a quedarte.
Recuerda:
Mejorar tu salud y tener el cuerpo que quieres ES POSIBLE. No es una realidad al alcance de unos pocos privilegiados. Aprende a comer. ¡FITténtalo!
Alejandra Piñeiro